Odio madrugar a las mañanas, sobre todo los lunes después de un largo fin de semana durmiendo hasta las tantas. Odio los días tristes que están nublados en los que llueve a ratos, y más cuando ya he echo planes y los tengo que cambiar. Odio poner la radio y que haya una canción que no me guste. Odio en una discusión, tener que admitir que no tengo razón cuando es cierto porque tengo mucho orgullo. Odio ser tan previsible y que se me vea venir de lejos. Odio no poder aguantar la risa cuando miento. Odio ser sobre todo tan tímida, y no ser lo suficientemente valiente para algunas cosas. Odio que me manden callar cuando estoy hablando o que hablen mientras lo estoy haciendo yo. Odio ser tan celosa y preocuparme por cualquier detalle, odio que cualquier cosa me agobie. Odio dejar todo para el último momento pero siempre lo dejo, y a veces ni lo hago. Odio buscar una cosa tanto, para después darme cuenta de que estaba justo delante mía. Odio salir a la calle sin chaqueta y que justo ese día, pase frío y la necesite. Odio la ropa de color negro porque me parece muy sosa, pero aún así tengo mucha ropa negra y me la pongo muy a menudo. Odio las bufandas de lana y nunca me las pongo, pero lo que no me quito de encima son los largos y finos fulares. Odio el viento y más, cuando me da de frente y me despeina. Odio que la ropa sea muy suelta, porque la prefiero ajustada. Odio pasar en casa demasiado tiempo, me agobia mucho estar en ella y prefiero mucho más salir a la calle a airearme. Odio las frías mañanas tempranas de invierno y pasar tanto frío en ellas. Odio las tardes abochornantes llenas de calor de verano. Odio la gente prepotente que mira por encima del hombro, que no es nada humilde ni considerada con los demás. Odio la gente pesimista que anda con la cabeza baja y llena de tristeza. Odio que me consideren a mi pesimista cuando en realidad, soy optimista pero, no me ilusiono con cosas imposibles que por mucho intentarlo seguirán siendo imposibles y fuera de mi alcance. Odio la gente falsa que se hace pasar por tu amigo y acaban defraudando siempre, odio la gente que tiene dos caras. Odio a las personas tan descaradas que te juzgan sin conocerte si quiera. Odio esforzarme por algo y no ser agradecida por ello o no conseguirlo. Odio que la gente sea demasiado avariciosa y egoísta con los demás. Odio las malas costumbres que se cogen y no se quitan. Odio las películas o series antiguas, odio los largos y aburridos anuncios, que ponen justo en el momento más oportuno. Odio que eses anuncios tan oportunos le quiten la emoción del momento a la película. Odio que me repitan la misma cosa mil veces, cuando ya la he oído a la primera.